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viernes, 15 de marzo de 2013

Rutinas


Imagen tomada de la Red
Antes de cerrar siempre doy un último repaso. Son sólo cinco minutos. Mientras recojo algún papel del suelo y apago luces observo que todo está en orden. Anoche escuché también los rugidos a mi espalda de los últimos días; hice como si nada y seguí adelante. Me fui sonriendo pensando que mañana me iba a tocar despertarles y devolver al león enamorado a su jaula.

7 comentarios:

  1. Me vas a tener que dar clases de cómo escribir historias que dejen sonrisas en la boca. A mí solo me sale provocar muecas amargas.

    Un saludo

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  2. Qué bueno, Indio. Me gusta mucho y también me voy sonriendo, aunque no tenga rugidos a mis espaldas.
    Un abrazo.

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  3. ¡Fantástico, David! Estoy de acuerdo con Fernando. Me marcho con una buena sonrisa pegada al león.

    Un abrazo,

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  4. Me gusta David. La sonrisa también me la llevo...y si das algunas clases de esas que te propone Fernando pues ya sabes...¡¡me apunto!!.

    Un beso.

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  5. David:
    Muy divertido, en pocas palabras has hecho sonreír a todos los que vinimos, bravo.
    Por cierto, como no vengo tan seguido como quisiera, volver siempre me produce una sensación maravillosa de reencuentro.
    Un abrazo.
    HD

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