Imagen tomada de la red
El viejo indio observaba la llanura con ojos tristes. Los recuerdos se agolpaban en su mente, sus victorias sobre apaches y cheyennes, las grandes cacerías de bisontes, los caballos salvajes rendidos a sus pies, el lobo aullando
a su paso y el águila observando, con respeto, desde su atalaya.
Con los brazos abiertos y su mirada casi extinguida de orgullo, alza su cabeza al cielo, y un grito desgarrador brota de su garganta, ¡Dioosess,
en qué os fallamos! Cuánto anhelaba reunirse con sus ancestros.
El viejo indio se ajusta el tocado de plumas, y se ciñe el arco canturreando un viejo grito de guerra; los turistas pronto llegarán.

Gracias Salvador por participar. Suerte.
ResponderEliminarSi alguien quiere hacer un dibujo, ilustración de este microrrelato será bienvenida, si consigo que haya una para cada uno los podría añadir en el archivo pdf preparado con todos los micros presentados.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me encanta el primer párrafo y en el último veo varias opciones, no me voy a decantar por ninguna no sea que machaque el relato. Haoo
ResponderEliminarOrgullo que nunca pierdan Salvador. Saludos
ResponderEliminarEs bueno que no olviden, que respeten a sus ancestros y que puedan seguir enseñando sus tradiciones, me gusta Salvador; suerte.
ResponderEliminarSaludos.
Me ha gustado mucho Salvador! Suerte.
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