Pinturas murales de la tumba de Nakht dedicadas a la vendimia
Existe
una leyenda que dice que para evitar que los vinos se estropeen tras la
vendimia, doncellas vírgenes y desnudas deberán pisar los racimos depositados en
el lagar durante el mes de septiembre. Sólo sus pies descalzos y, bajo la luz
de la luna llena, conferirán a los caldos mágicas propiedades. Los primeros de
estos caldos se harán caer a una copa de oro que será ofrecida al duque de la
comarca y éste, de trago, dará buena cuenta.
Advierte la leyenda que hace muchos, muchos años una de las
doncellas mintió y el duque de entonces nada más finalizar el trago esperado
cayó fulminado ante el clamor del pueblo.
Esta noche, una temporada más, preciosas y jóvenes doncellas
desnudas venidas de tierras lejanas bailan frente al entusiasmado duque para su
deleite. El pueblo engalanado aguarda expectante mientras un secretario se
encarga de portar la copa de oro que generación tras generación recibe las
gotas de esos primeros caldos afortunados.
De repente, la cara del noble palidece al descubrir entre las
bailarinas una cara entre sábanas conocida.
11 comentarios:
Bonita leyenda.
¿Qué será lo que ha visto el conde?
Un abrazo, indio.
Pero qué será lo que ha visto este hombre entre sábanas ....me encantan los misterios ...¿acaso una bella doncella mentirosa que le hará caer fulminado...?.
Uy ¡cómo me gustan las leyendas?. ¿Tienes más?.
Un abrazo fuerte.
Tine un tono clásico de leyenda. Me gusta. Ahora, la producción de vino en estos tiempos iba a caer estrepitosamente :-).
Ya estamos aquí, con las doncellas arriba y abajo.
¿A quién le cabe el honor de pisotear uvas para un excelente vino a posteriori?
La leyenda redime a la mujer. Menos mal.
Un saludo
¿qué habrá visto el conde?
Me ha gustado mucho esa leyenda. Pensaba que ahora, aquí en mi aldea, están de vendimia. Conociendo al personal, casi preferiría no ser el conde, ni siquiera el alcalde.
¡menudas doncellas se ven por los alrededores¡
Saludos
Jejeje, yo no me lo bebería. O dejaría de usar sábanas. Con lo bien que va un ascensor...
Abrazos.
¡Muy bueno, David!
Como con los animales desde el campanario, hay costumbres que por muy ancestrales que sean, es mejor cambiarlas.
Un abrazo,
Me gusta ese final "una cara entre sábanas conocida", muy sutil jaja. Pobrecillo, quizás le de un infarto antes de probar el vino
saludillos
Estoy con Miguelánguel. No se puede estar a todo: virgenes para la vendimia y virgenes para que se las vendimie. No se puede, porque pasa lo que pasa, y ahora ¿qué?, ¿va a beber o va a inventarse algunas excusa?
Muy buena leyenda y muy buen final con esa doncella entre sábanas conocida.
Besitos
las costumbres están para derribarlas.
Será la muerte esa doncella bajo la sábana?
Abrazos
Publicar un comentario
Si tienes algo que decir, algo que opinar, algo que aportar, si te ha gustado, si te ha parecido aburrido, si tienes alguna queja, en definitiva si te ha sugerido algo, sólo tienes que comentar.
Si lo haces te doy las gracias, si prefieres callártelo, también te las doy.