Subscribe:

domingo, 31 de agosto de 2014

32- ASTROS Y DESTINOS (Yolanda Nava)

Imagen tomada de la Red

Nube Azul vuelve del río con una cesta llena de peces que Arco Veloz ha pescado para ella. Él será muy pronto su esposo y el padre de sus hijos, en cuanto llegue su primera sangre, sus pechos han empezado a hincharse y la curandera ha dicho que faltan pocas lunas para su aparición. Sus familias preparan ya la ceremonia y los largos festejos. En sus encuentros con él se esfuerza en agradarle rellenando el silencio con sonrisas, es tan distinto con Ojos de Pájaro… con él las palabras fluyen libres y abundantes como bandadas de carrizos. Pero Ojos de Pájaro es el prometido de Piel de Nutria, secretamente enamorada de Águila Roja.
Mientras piensa todo esto, maldice para sus adentros la alineación de los astros la noche que el gran chamán leyó en ellos sus destinos.

sábado, 30 de agosto de 2014

31- TOQUE FINAL (Luis Antonio Beauxis)

Imagen tomada de la Red

Mientras sus mocasines de piel de ciervo se deslizaban sobre el sendero entre los abedules que conducía al tipi de  Sunkmanitu Tanka, Mahpiya Ska Win, se dijo que ya había reunido casi todos los elementos necesarios y los fue repasando mentalmente: aro de sauce, crines de caballo, cuentas de hueso coloreadas, abalorios...
La mañana estaba fría; Mahpiya Ska Win, estremeciéndose, se arrebujó en la gruesa manta. Sunkmanitu Tanka debía sentir lo mismo: intentaba calentarse las manos en la hoguera frente a su tipi.
- Hau. Lila tanyan wacin yanke - saludó el anciano chamán.
- Han, mis eya - respondió. Ella también se alegraba de verlo.
El chamán la contempló largamente, mientras fumaba su calumet de arcilla roja. Finalmente hizo un ademán: Mahpiya Ska Win comprendió y apartó los pliegues de la manta, exhibiendo todo el esplendor de su gravidez. Sin soltar la pipa, Sunkmanitu Tanka se puso de pie, se acercó y le colocó una mano sobre el vientre. Dio una nueva calada, mucho más profunda que las anteriores, y envolvió a la joven en una densa nube. Mahpiya Ska Win cerró los ojos, sintió el humo acre cosquilleando en su nariz sin llegar a los pulmones (la expectativa la hacía contener la respiración). Tras unos instantes que parecieron eternos, el chamán susurró algo en su oído y ella sonrió feliz. ¡Una pluma de águila! Ése iba a ser el toque final para el "atrapasueños". Sunkmanitu Tanka acababa de anunciarle que tendría un varón... 

viernes, 29 de agosto de 2014

30- APALA (QUE AGRADA A LOS SENTIDOS) (Virtudes Torres)

Imagen tomada de la Red

Desde pequeña Apala destacó entre las niñas del poblado. Tenía unos inmensos ojos de tonos miel  y menta, que junto a su piel dorada y su cabello negro azulado la hacían poseedora de una belleza especial.
Todos los hombres la miraban como a una diosa y las mujeres, a pesar de que sus maridos nunca tuvieron contacto con ella, recelaban de la muchacha.
Se sabía deseada y odiada al mismo tiempo. Decidió marcharse a vivir lejos del poblado, a una cueva  en la falda de una montaña.
Al atardecer montaba en su caballo y llegaba hasta el recodo del río donde se sentaba a contemplar las escandalosas aguas que caían desde la cascada, para después sumergirse entre la espuma y volver con la sangre fresca a descansar contemplando las estrellas.
Aquella tarde el río traía un cuerpo moribundo que Apala atrajo hacia la orilla. Tras reanimarle, lo cuidó  y lo mimó hasta que estuvo totalmente recuperado.
El corazón de la muchacha descubrió un sentimiento nuevo. Él también estaba fascinado por la belleza de la nativa, pero tenía para ella otros planes.
La llevaría hasta su prostíbulo donde sería la más cotizada. Ya se veía envidiado cuando paseara con ella por los garitos de sus colegas.
Apala sintió el don de sus antepasados y conoció los planes del forastero. Tomó la aguja que sujetaba sus cabellos y la hundió en el pecho del hombre.
...
Sus ojos parecían esmeraldas licuadas al encuentro del  manantial de rubí que manaba de su amor.

jueves, 28 de agosto de 2014

29- COMPINCHES (María Rojas)

Imagen tomada de la Red


En la lejanía se escuchan nostálgicas melodías aborígenes. Jinete y caballo relinchan al unísono. Luego, cuando cae la noche, alegres se ponen a conversar con la luna.

miércoles, 27 de agosto de 2014

28- ARQUERO DE ENTRAÑAS (Juan Pérez Díaz)

Imagen tomada de la Red

El arco de aromática madera de arce se afinaba paralelo a la tierra. El Hechicero Haida me adiestraba. Después dijo que lo elevara y tensara, siempre el gorguz del lado de mi vista, aunque apuntar era irrelevante. Creí entonces que rezaba, pero solo dijo: ¡Suelta!
El proyectil se abría paso entre unas sequoias de ensueño. Sentado a horcajadas sobre su fuste, quien pilotaba el dardo era yo. ¡Aquí surcaba algo más que la atmósfera de la tradicional Nueva Inglaterra y el viejo Canadá!  Ni rastro de descendientes de los franceses o de otros hermanos blancos como yo, ni tan siquiera hermanos de otras tribus del noreste. Además de la pericia con el arco, guiaba la flecha mi ánimo definitivo de no regresar.
Pero por algo Kuku, El Chamán y Sanador Haida, llevaba Vidas preparando con sabiduría las raíces de kopokil que antes del Tiro con Arco me había procurado.  Noté su mano selvática y abrí los ojos de nuevo en el poblado con el carcaj vacío y el arco en una mano. A treinta metros permanecía la diana de cuero con mi gabán a la moda de New Hampshire sujeto con espinas. La flecha había clavado a ciegas en el punto de mi prenda que correspondía a la parte del cuerpo donde anidaba la enfermedad. En ese momento, El Veterano Haida reía con musicalidad de regato, y yo, el único dolor que sentía ya, era también al desternillarme a carcajadas, pues había aniquilado para siempre mi eterno mal.

martes, 26 de agosto de 2014

27- MENSAJES DE MADRE LUNA (Juan Manuel Sánchez Moreno)

Imagen tomada de la Red

Se alzaba la luna en todo lo alto de cielo y el viejo guerrero seguía sin pronunciar palabra ante los suyos, que aguardaban pacientes un consejo. Sus vidas cambiarían mucho con el casino, pero no todos servirían para los nuevos tiempos. De pronto, sin demasiada prisa, como solía ser su costumbre, se alzó y le entregó un cuchillo a su hijo varón.

Cuando mañana miréis a Madre Luna, yo también estaré mirándola al otro lado del valle, y así estaremos juntos aunque separados por las montañas.

Todos comprendieron que no volvería, pero no trataron de retenerlo, porque, como Madre Luna, cada cual tiene unas fases que respetar.

lunes, 25 de agosto de 2014

26- VOLVER (Javier Palanca)

Imagen tomada de la Red


La teletransportación en el espacio-tiempo es una idea estúpida hasta que te pasa a ti. Yo un buen día pasé de estar delante de un aburrido escritorio a encontrarme sobre un poni americano en una inmensa pradera. Mi traje había desaparecido y vestía un sencillo taparrabos como todo el grupo en el que me encontraba inmerso.
Delante nuestro una manada de bisontes pastaba tranquilamente, hasta que se oyó un grito y todos salimos galopando hacia ellos. Llevaba arco y flechas, y paradójicamente sabía utilizarlos.
Podíamos haber cazado decenas pero cuando llevábamos abatidos tres, un nuevo grito paró la cacería. Antes de despellejarlos, les pedimos perdón y les dimos las gracias por ser el sustento para nuestra tribu. Luego, esa noche, en nuestro asentamiento de esa primavera, se festejó con danzas y cantos para dar las gracias a la madre tierra por proveernos de todo lo necesario.
Ya retirados al tipi, me descubrí contándoles a mis hijos historias de nuestros antepasados que ellos escuchaban embobados hasta que les vencía el sueño. Y era en ese momento cuando mi mujer me reclamaba para retozar como sentí que debía ser cada noche.
A la mañana siguiente todo el mundo estaba en sus tareas con una sonrisa en la boca. Curtir pieles, conservar la carne, recoger leña y frutos, traer agua, y descansar y charlar bastante a menudo.
Era tan feliz que se me había olvidado de donde venía hasta que el transporte hizo el recorrido inverso.
Y aquí estoy otra vez, esperando ansiosamente.

domingo, 24 de agosto de 2014

"Victoria, victoria" en ENTC

El tema de este mes en el concurso que organiza Juan Moran (JAMS) en la web de Esta Noche Te Cuento (ENTC) es "Bajo la luna llena" y "Victoria, victoria" mi participación que la podéis leer y comentar haciendo clic aquí.

Ilustración para el concurso de Juanlu
Su web, aquí


jueves, 21 de agosto de 2014

FALTAS TÚ...

El concurso de microSeñales entra en su última quincena. ¿Aún no has mandado tu participación? 
FALTAS TÚ, lo sé. Vamosssss
Hasta el 4 de septiembre hay plazo. 
Recordad las bases aquí.



Hasta la fecha han llegado 25 microrrelatos de casi toda la geografía española (Zaragoza, Calatayud, Madrid, Sabadell, Santa Coloma de Gramanet, Barcelona, Vitoria, Granada, Lugo, Huelva, Santander, Palma de Mallorca, Onda, Castellón, Avilés, Alcalá de Henares, Sevilla, Jaén, A Coruña, Valladolid...) sin contar con los que se han enviado desde el extranjero adjuntando una dirección en España (Colombia, República Dominicana y Alemania).

Ahora ya es el momento de la verdad, no merece la pena guardar las flechas en el campamento de verano, hay que lanzarlas con todas las consecuencias. Hoka hey!

A la espera de recibir más propuestas
Gracias
Un saludo indio
Mitakuye oyasin


miércoles, 20 de agosto de 2014

25- MI NOMBRE ES TRUENO (Isabel López Soriano)

Imagen tomada de la Red 

Mi nombre es Trueno.

Camino por la Gran Pradera.

Estoy buscando al búfalo para llevar comida a mi pueblo.
Ha habido una gran sequía.
Madre está enferma.
Mis hermanos mayores murieron en la guerra contra los Navajos y mis hermanos pequeños tienen hambre.
Madre dijo: "Trueno, tu eres nuestra única esperanza. Parte siguiendo tu instinto y regresa."

Llevo más de dos lunas caminando, comiendo lo que encuentro: raíces, algún fruto, serpientes...

A veces tengo visiones. Veo al Gran Búfalo Blanco correr por la pradera hacia donde me encuentro. Le espero presa del pánico, entonces se detiene y me habla así:

"Yo soy Tatanka. Tú eres Wakinyan.
Tus pies caminan bien por esta tierra que te pertenece tanto como a mí.
Ambos tenemos derecho a la vida y ambos encontraremos la muerte.
Aún no ha llegado tu momento.
Sube en mi lomo y te conduciré a un lugar sagrado en el que nunca te faltará alimento y salud."

No sé si es un sueño.
O si deliro por el agotamiento.

(...)

Ayer he llegado a un lugar maravilloso.
Hay un río que corre salvaje con pesca abundante.
Y montañas.
Y animales de caza.
La pradera está verde.
Descansaré una jornada y por fin regresaré porque he encontrado lo que vine a buscar.
Esperanza para mi pueblo.


martes, 19 de agosto de 2014

14- EL DESCONOCIDO (Puri Otero)

Imagen tomada de la Red

Lo conocí en una fiesta de disfraces, cuando lo vi con su traje y sus plumas me atrajo de una forma inmediata. Me fui acercando y disimulando me puse a su lado. 

— ¿Como te llamas?
—Gran jefe Flecha rota
 Y tú?
—Yo soy nube blanca
—Eres muy bonita nube blanca
—Gracias Flecha rota
—Estás sola.
—Sí, ¿ y tú ?
—Yo también, ¿te apetece bailar?
—Si...

Cuando nuestros cuerpos se unieron para el baile  pude ver su vestimenta con todo detalle, tenía la cara pintada con rayas rojas y negras, el pecho al descubierto mostraba cicatrices y un gran adorno de plumas que le caían por toda la espalda así como un arco y unas flechas a modo de bandolera. Bailamos toda la noche y de madrugada me acompañó a mi casa. Le invité a subir y al entrar los dos sabíamos que algo tenía que pasar. Nos fuimos a la cama y al decirle que podía dejar su disfraz sobre la mesa se enfadó muchísimo y me dijo:

—Esto que llevo puesto es mi traje de guerra, me ofenden tus palabras.

Y sin más se marchó. Al día siguiente pude leer en la prensa que se había fugado del hospital psiquiátrico un loco que decía ser descendiente directo de la tribu de los indios Cherokees.

24- EL FUERTE DE TEXAS (Jesús Sánchez Pachón)


Koda corría a través de la pequeña empalizada que tenía su tribu choctaw allí formada. Algunos iban cargados con martillos hechos a mano y corrían hacia la puerta, otros se colocaban con sus arcos, Koda era uno de los flecheros. Su amigo Lonan era de infantería, tenía mujer e hijo, y Koda prefería morir él a que muriese Lonan y dejase sola a su familia. Así que se adelantó y se juntó con los arqueros que iban a atacar de frente. La batalla estaba casi perdida, la emboscada solo había matado a unos cuantos colonos españoles, pero eran demasiados.
-¡Abrid las puertas y rendíos! –gritó un colono tras el muro.
-¡Tu no dar miedo! –gritó el jefe de su tribu.
Los arqueros dispararon flechas sobre el muro y se oyeron varios gritos, Koda sabía que esa puerta se abriría, así que se acercó a Lunan.
-¡Tu irte! –gritó Koda- ¡Mujer e hijos en peligro! ¡Tu proteger! ¡Tu huir!
-¡No! ¡Yo luchar por libertad! –gritó Lunan.
-¡Aquí no libertad! –gritó Koda, agarrándole y empujándolo a la cabaña de su familia- ¡Aquí solo muerte!
Varios disparos atravesaron la empalizada y mataron a diversos nativos de alrededor. Lunan miró como caían los cadáveres, luego miró a Koda, y cogiendo a su mujer y su hijo huyó por detrás. La puerta se abrió con una explosión, y Koda sacó una flecha y apuntó a los colonos, los maldijo mientras veía a sus hermanos morir: “Ojalá pierdan las tierras en América para siempre” pensó…

lunes, 18 de agosto de 2014

23- “LA PRIMERA PLUMA” (Luis San José López)

Imagen tomada de la Red

Faltaban dos lunas para que Kato recibiera su primera pluma, la que reconocía su madurez y hombría, la que le daba derecho a participar en cacerías y escaramuzas contra el hombre blanco. Pero Kato no estaba contento. Prefería acompañar a las mujeres en el campamento. Preparar el grano, curtir las pieles o teñir las plumas que lucirían los guerreros en sus warbonnets… 
Con el crepúsculo, los hombres volvieron al poblado. Kanda llevaba un puma en la grupa, y una sonrisa rutilante en su rostro. Kato salió a recibirle y recoger su caballo. La silueta recortada sobre el cielo, el torso cobrizo y pletórico le estremecieron una vez más. Le vio desmontar con agilidad felina y alejarse hasta el río con indiferencia. Pero Kato calló, como siempre, porque era un guerrero Cheyenne y ciertos sentimientos no tenían cabida entre su gente. 
El día de la ceremonia, Kanda estaba radiante con aquel emplumado majestuoso, con aquella verbena de color en su cabeza. Danzaron, cantaron y bebieron pulque hasta perder el equilibrio, pero cuando Kato le vio yacer con Urika, la luna le inyectó cólera en los ojos y su tomahawk comenzó a lanzar dentelladas de locura. 
Entonces escuchó pasos en la escalera. La puerta de su cuarto se abrió de repente y su padre contempló atónito a su hijo vestido de Pocahontas y los playmobil descabezados por el suelo. Una manada de bisontes en estampida se oyó en la pradera.

viernes, 15 de agosto de 2014

POR UN PUÑADO DE DÓLARES (Ignacio J. Borraz) - FUERA DE CONCURSO-

Imagen tomada de la Red 

Jack Kirby experimenta emociones contradictorias desde que, con sorpresa, se ha topado en la carretera polvorienta con aquel casino y se ha detenido. La sorpresa porque cree haber pasado ya varias veces por esa carretera sin verlo y el casino es de todo menos nuevo con esa madera añeja de la barra y esos pieles rojas ancianos. Ahí llega la segunda emoción: desagrado. Si llega a saber que iba a estar infestado de esos pelilargos malolientes no se habría detenido; ojalá sus antepasados los hubieran exterminado. Son mala gente, él lo ha sabido siempre, silenciosos, siempre ocultando algo y llorando por las tierras que perdieron. Haber luchado mejor, joder. Sin embargo, la tercera emoción le embarga: está ganando una buena pasta, una muy buena pasta. La ruleta parece ser su cómplice y siempre acierta color y en algunos casos incluso el número. Los iniciales doscientos dólares que ha cambiado al entrar, echando una ojeada rápida a sus fichas, deben ser ya casi dos mil. Al menos, va a desplumar a esos ridículos indios. Le viene a la cabeza una imagen de un indio con su sombrero desplumado y casi se ahoga dando otro trago a su bourbon. Sabe un poco arenoso. Ha pedido Jack Daniels pero seguro que es alguna mierda de segunda categoría. Da igual. Con la pasta con que se va a ir piensa comprarse una caja de Gentleman Jack. Le encanta llevar el mismo nombre que su bourbon favorito. Se siente algo mareado y, de repente, se da cuenta de que la ruleta ha dejado de girar. Pega un golpe en la mesa contrariado y acude a él un indio mejor vestido que los demás, le pide disculpas y le sugiere probar el juego final: 
-"Tiene un gran premio. Sígame a una sala especial, caballero". 
Jack le sigue, han entendido que él es un cliente preferente. Al final, incluso puede que esté bien que hayan sobrevivido algunos de esos pieles rojas. El indio abre una puerta y le cede el paso. Siente un mareo y como si se precipitara al vacío. Toma una bocanada de aire arenoso y lo escupe con asco. Está tumbado sobre la arena del desierto. A su alrededor solo hay dunas y formas que se mueven en la oscuridad. Ve difuminarse, con una sonrisa en el rostro, la figura del indio elegante que le guió. Cuando termina de desaparecer ya solo queda él. Él y los ojos amarillos de los coyotes, danzando, ávidos.


jueves, 14 de agosto de 2014

22 - AVISOS BAJO LAS SOMBRAS (Esperanza Tirado Jiménez)

Monument Valley. Imagen tomada de la Red

Un brillante cielo azul, por el que pasean oscuras volutas de humo, enmarca las estructuras montañosas del desierto tejano. Algún ave sobrevuela, esperando encontrar algo de alimento en ese paraje inhóspito por donde casi nadie se atreve a pasar.

Arena, rocas, cactus con más espinas que ramas y algún insecto venenoso acostumbrado a temperaturas extremas son sus únicos pobladores. Junto con un destacamento del ejército, compuesto por unos cincuenta hombres y diez carromatos llenos de provisiones.

Se detienen bajo las sombras de la montaña, ante un aviso rudimentario hecho con una calavera humana, cruzada por dos lanzas decoradas con plumas y abalorios desteñidos por el sol y el viento.

–Por esta ruta llegaríamos antes, pero cruzaríamos por terreno sagrado indio. –El explorador que les acompaña examina preocupado las señales de aviso, tanto terrestres como aéreas. –Si pasamos por aquí enseguida nos recibiría una lluvia de flechas.

El general del destacamento, elegante a pesar de su desteñido uniforme, a lomos de su cansado caballo, considera la situación mientras da vueltas a su fino bigotillo.

–Llevamos una semana de retraso. Ya teníamos que haber llegado a Fort Sweetwater con las provisiones... –Hinca las espuelas en su cabalgadura. –Adelante, mis soldados. ¡Siempre adelante!


Un fundido a negro y el sonido de los anuncios la despiertan de su modorra. Mientras se despereza, lamenta haberse perdido más de la mitad de una estupenda película clásica.

‘Ya no hacen pelis del Oeste como las de antes’, piensa mientras va a la cocina a comer algo.

miércoles, 13 de agosto de 2014

21- LOS INDIOS NUNCA ATACAN DE NOCHE (Georgina Henwitch)

Imagen tomada de la Red 

Me acerqué al sargento que estaba al mando y le insinué como quien no quiere la cosa… «No malgaste recursos inútilmente. Sus soldados deben descansar. Los indios nunca atacan de noche», y en lugar de pararme bolas, me enjuició requiriendo quién diablos era yo, cómo hice para aparecer allí, en su campamento, tan de repente, de dónde saqué esa pinta tan estrafalaria y por qué hablaba un inglés tan escachalandrado. Estaba claro. Yo era un maldito espía de Caballo Loco. Le dije que nones, que ya quisiera, que yo era economista y que si sabía algo de inglés y ciertas costumbres Sioux era gracias a John Ford, John Wayne, James Stewart, el cine de reestreno de mi barrio y, para el caso, Winchester 73, de Anthony Mann. Como la situación se antojaba sospechosa, el majadero ignoró mis recomendaciones y ordenó que me ataran y fusilaran con el primer rayo del sol, si mis aliados indios no disponían otra cosa. Pero dispusieron. Tan pronto la luna se escondió, las huestes de Caballo Loco atacaron el campamento haciendo carnitas al regimiento de caballería. A pesar de mi dudoso papel en el asunto, yo celebré a rabiar la derrota del cara pálida. En esas, el Gran Jefe Sioux reparó en mí, agradeció mi gestión y me dijo… «Deberías quedarte a vivir con nosotros, la plaza de chamán está libre». «Cuente con ello, amigo Caballo, si… logro escabullirme de quienes a juro querrán devolverme al presente. O desaparecerme, por saber demasiado».

martes, 12 de agosto de 2014

20- LA TREGUA (Ton Pedraz Pollo)

Imagen tomada de la Red


Después del largo viaje a caballo, los guerreros shawnee accedían altivos a Boonesborough, población de los shemanese (cuchillos largos).
La propuesta virginiana, al fin podía considerarse cabal.

-Te advierto ausente Tenskwatawa  –opinó Tecumseh (Pantera que cruza el cielo).
-Presiento que alguna treta acabará pudriendo la lengua del hombre blanco –protestó el más joven, a quien los suyos nombraban “El Profeta”.
-No desconfíes hermano. Tanto el general Rogers, como Daniel Boone empeñaron honor y palabra en esta tregua. La paz será beneficiosa para los shawnee. Nuestros hijos no pueden seguir prosperando entre el horror de la violencia, y esta guerra ya dura desde antes que Methoataske me diese la vida junto a las aguas del Scioto.
-Ojala no te equivoques como Pucksinwah. ¿Qué ha sido de los Powhatan, de los Pequot, y los poderosos Narraganset? Te lo recordaré. Naciones aniquiladas por el egoísmo blanco. Todavía no abandonaron mi corazón los gritos de nuestros hermanos durante la destrucción de Tucaloosa –discutió “El Profeta”.
-Fíjate Tenskwatawa, ahí los tienes. Boone y el general aguardando nuestra llegada. Nos extienden sus manos desde la distancia. ¡Esa es la mejor señal!

Mientras los mocasines indígenas pisaban el territorio del hombre blanco, la artillería tronaba en Chillicothe.

-Cuando no quede en pie un solo tipie en el cual cobijarse, que ataque la caballería –decretó el militar virginiano enviado por Rogers-. Las órdenes son pasar a cuchillo a todo aquel que permanezca con vida en esta pestilente pocilga shawnee.

lunes, 11 de agosto de 2014

19- SUEÑO (Pau Pescador)

Imagen tomada de la Red

Cuando se acaba el día en la reserva recoge la basura que los turistas han ido tirando por todas partes. La pone junto a unos leños y enciende el fuego, esta vez de verdad.
Espera a que el humo se haga cada vez más espeso y luego con una manta empieza a dibujar en el cielo; el atardecer rojizo despierta su inspiración: caballos, flores y algún rostro femenino. Poco a poco se apaga el día y la brasa. Solo así logra dormirse.

sábado, 9 de agosto de 2014

BASTA YA

Hoy hago un alto en el camino del Concurso de microSeñales para añadir una entrada especial. 
BASTA YA sirve para expresar que ya vale, que se debe parar algo, que no puede continuar del mismo modo.

Este microrrelato nació a partir de una foto que Fernando Vicente cuelga cada viernes en el blog de los Viernes Creativos. De esa manera por el puro placer de escribir nos incita a elaborar un microrrelato. Podéis visitarlo aquí

Ilustración de Andrey Osadchikh


Y resulta que unos días después, desde La Radio en Colectivo se nos informaba que el programa del pasado jueves, lo iban a dedicar a Gaza y que podíamos enviar microrrelatos referentes a este tema. Les doy la enhorabuena por la iniciativa.



BASTA YA
Lucas está de vacaciones en la playa, en el mar Mediterráneo, con los abuelos, con papá y mamá, con su hermana mayor, rodeado de cubos y palas para jugar en la arena y hacer castillos tan grandes que ninguna ola pueda derribar.
Se lo pasa genial, y le encanta cuando pasan las avionetas cerca y tiran al agua balones hinchables y gorras: todos corren a recogerlas.
Pero hoy está muy pensativo. Ha oído en la tv que allá lejos, más del horizonte, los aviones no tiran regalos, sino bombas que hacen daño a los niños. Y cree que no puede ser, que es mentira.
Por eso lo primero que ha hecho al llegar a la orilla es construir un barco de papel que quiere dejar en el mar, para que las olas transmitan un mensaje:
Tranquilos niños de más allá del horizonte, yo sé que eso que dicen en la tv es mentira, no temáis a los aviones del cielo, seguro que tiran juguetes, o balones hinchables para vosotros.

Si queréis escuchar el programa entero, clic aquí.

Fue Juana Espín quien leyó BASTA YA:








viernes, 8 de agosto de 2014

18- EL REGRESO DEL GUERRERO (Plácido Romero)


Imagen tomada de la Red

Escucha un ladrido. El poblado está cerca. Había llegado a pensar que nunca regresaría. Da unos pasos más y se deja caer, desfallecido. Lleva un día caminando y le duele la herida. Esperará a que anochezca.
Ayer, su caballo –el caballo de Kuruk– murió agotado. Tenía tantas ganas de llegar que no había advertido que el animal estaba exhausto. Quizá al padre de Kuruk le habría gustado recuperar el caballo de su hijo. Pero ni siquiera eso le devolverá.
Contempla el sol. Ojalá desaparezca pronto. Quiere entrar en su cabaña, tumbarse, olvidar. Esta vez no habrá victorias que contar. Únicamente derrota y muerte. Dos adolescentes partieron con él y regresa solo. Nunca se lo perdonarán. Ni siquiera la nueva cicatriz que ha ganado le servirá de excusa. Siempre habrá un reproche.
La verdad es que nada glorioso hubo en la expedición. A Ikshu le habían matado los soldados mexicanos. Lograron herir a tres o cuatro antes de verse obligados a huir: eran demasiados. El joven demostró valor: agonizó en silencio.
Kuruk murió después, a cuatro jornadas de la reserva. Comenzaron a dispararles desde lo alto de un cerro. Tal vez un ranchero que estaba cazando carneros cimarrones, alegre por poder tirotear impunemente a los dos apaches. Su caballo cayó muerto al primer disparo. Kuruk se detuvo a ayudarle. Una bala partió el pecho del muchacho.
El sol ha caído detrás de las colinas. El guerrero entra en el poblado arrastrando los pies. Nadie le ve.

jueves, 7 de agosto de 2014

17- SAND CREEK (Eva García)

Imagen tomada de la Red

Onawa* escuchaba inquieta los consejos del viento mientras curtía las pieles con sesos; el resultado era muy apreciado por el hombre blanco, aunque ése día todo presagiaba sangre y palabras de serpiente. Presentía que la tribu nunca comerciaría con aquellos cueros en los que se afanaba. Miró al cielo, donde el águila seguía volando al revés, y buscó algún motivo para refrenar el acelerado latido de su corazón. El joven Hache-hi Wattan se detuvo junto a ella con el ceño fruncido: había tratado sin éxito de advertir a Mo'ohtavetoo'o, el jefe cheyenne al que los soldados llamaban Black Kettle, de que las señales para que trasladaran el campamento no podían ser ignoradas: los arapahoes temían por su pueblo.
El frío se hizo más intenso y los coyotes aullaron cuando la tierra tembló bajo los cascos de la caballería de Colorado. La matanza sin contemplaciones de mujeres y niños, la brutal carnicería sin sentido, tiñó para siempre de rojo y de vergüenza las banderas estadounidenses que ondeaban en los tipis. 
Onawa vio morir a su padre, a sus hijos, a toda su gente y juró vengarse, mientras ella misma se desangraba impotente, de aquellos que arrancaron sus cabelleras y miembros para exhibirlos como trofeos. 
Fue después del desfile de Denver cuando, uno a uno, los soldados que habían participado en la masacre fueron muriendo, siempre al amanecer, tras haber soñado ser víctimas de la furia de un bisonte enloquecido. 

 (* Onawa: grandioso amanecer)

miércoles, 6 de agosto de 2014

16- CORREO INDIO (Gerardo Cardona Velasco)

Imagen tomada de la red

Cara Pálida, de la tribu de los Apaches, le escribe a su enamorada con señales de humo que la ama y que quiere pasar el resto de su vida junto a ella. 
Pluma Blanca, hija de Toro Sentado, gran jefe de los Sioux, le contesta que por favor le reenvíe el mensaje, pues el viento borró la parte final de su humail…

martes, 5 de agosto de 2014

15- TRATO O MUERTE (Rafa Olivares)

Imagen tomada de la red

Era el único hombre blanco que había vuelto vivo después de internarse en terreno Arapajóe. Y lo hizo muchas veces. Logan O'Hara se ganó la confianza de la tribu india y comerciaba con ellos en la temporada de verano, cuando bajaban a las Grandes Llanuras. Les cambiaba whisky y bisutería de colores por pieles de bisonte y potros.
Pero la última vez todo se torció. Las pinturas en el rostro de Harvir -guerrero de Dios-, el jefe de la tribu, no disimularon su gesto de enfado. Logan no tardó en descubrir el porqué. El whisky de las barricas de la última entrega, no resultó como el de las anteriores. Los guerreros arapajóes pasaron varios días fuera de su cuerpo después de tomarlo. La vista se les nubló y hasta las flechas de los mejores cazadores desviaban su camino sin acertar la pieza. La vida en los tipis no fue mejor, las mujeres se quejaron de lo inútiles que se habían vuelto sus hombres y de que los collares de colores habían perdido el brillo.
O'Hara, hábil negociador, y temiendo por su vida, ofreció a Harvir cualquier cosa que quisiera con tal de olvidar el agravio. Y por poco lo consigue. El jefe indio, a cambio de no cortarle la cabeza, le pidió aquel ojo de reflejos, ante el que le había visto afeitarse, y la pulsera de esparto entrelazado que llevaba en su muñeca.
No hubo trato. La pulsera era el amuleto de la suerte de O'Hara.

lunes, 4 de agosto de 2014

Información sobre el Concurso microSeñales


Se cumple el primer mes del Concurso de microSeñales de Humo.
De momento son 14 los micros presentados (+ 1 que por no indicar dirección postal en España, se añadirá al archivo pdf pero no entrará en la lucha por el premio). 
Así han llegado propuestas desde Zaragoza, Calatayud, Madrid, Sabadell, Santa Coloma de Gramanet, Barcelona, Vitoria, Granada, Lugo, Huelva, Santander, Palma de Mallorca, Onda, Castellón...
Agradezco la participación a todos los autores y aún confío en que este segundo y último mes lleguen el doble de propuestas. Ánimo.
Cuando finalice el plazo, el 4 de septiembre, enviaré un correo a cada participante recordando que se abre el plazo para las puntuaciones, imprescindible para optar al premio de ganador.




Aprovecho esta entrada también para pedir la ayuda de ilustradores y dibujantes para colaborar en el archivo pdf público, gratuito y recopilatorio que elaboraré con todas las microSeñales participantes. De momento dispongo de un par de colaboradores. Sería para acompañar con una ilustración a cada micro o si la carga de trabajo fuera elevada, se podría también realizar unas cuantas ilustraciones para repartir en el archivo. 

Bases del concurso aquí

Gracias
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Licencia Creative Commons
microSeñales de Humo por David Moreno se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.