Se dibuja una sonrisa mellada en su rostro en cuanto ve salir a la tropa de las habitaciones.
Hoy es día de maniobras, como el año pasado, cuando a punto estuvo de perder además una pierna por la explosión de una granada.
Ordena formar una fila y pasa lista. Uno a uno, los miembros le saludan con energía. Luego, revisan los pertrechos para no olvidarse de nada.
Mientras da las últimas instrucciones, uno de sus hijos se gira hacia su madre y le susurra que cubrirse la cara con pinturas de guerra es ya demasiado. En esta batalla se dejará morir.
10 comentarios:
Parecía una frase interesante y sugerente para el ReC de esta semana. Y veo que sí, que lo era.
Le has sacado punta a la locura del padre a través de la cordura del hijo. A mi me pasa lo mismo, es mi hijo de año y medio el que me ha de frenar. Jaja
Me inquieta sin embargo pensar en los efectos colaterales que pueda tener.
Un saludo indio, David.
David, una historia muy original la que has extraído de esa frase. En el que la locura del padre se ve reflejada con la frase final del hijo, que aunque se deja hacer, pone su punto de cordura.
Buen intento.
Un abrazo.
Está bien el relato. Es un buen intento. Lo que me parece que no pega es el lenguaje del hijo cuando se dirige a la madre, parece más de adulto que de niño.
Abrazos a pares.
Lo que más me gusta de este micro es ese giro final que nos obliga a rebobinar lo pensado y volver a interpretar. En la primera lectura caigo en la trampa de la granada y me dejo llevar.
Me parece una muy buena pieza.
Un abrazo.
Buen giro,me sorprende ese final y tengo que volver a leer. Muy original.
Besitos
Vaya padre, vaya locura, vaya micro.
Que sea ficción.
Un saludo.
El pobre quedó afectado más de la cuenta tras la explosión y arrastraba al resto de la familia en su locura. Intuyo que no le llevaban la contraria por no agudizar el desequilibrio... Saludos
Realidades paralelas y la locura como nexo de unión, o quizá como instrumento divisorio de la realidad. Si, menos mal que giraste a tiempo, casi nos dejamos arrastrar.
Madre mía, no me quiero imaginar qué tipo de maniobras seran. No sé cómo tomarme esa granada. Buen intento. Un abrazo.
Los horrores de la guerra siempre llegarán para nuestro tormento. Curiosa esta microseñal.
Un saludo indio!
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