A Sonia por
mala suerte, despiste o dejadez le ocurren cosas en su vida diaria, desde las
más banales a las más inverosímiles como dejar la calefacción funcionando a
pleno rendimiento sin haber nadie en casa salvo alguna mosca que durmió bien
caliente durante los días y las noches del puente de Navidad o creer que la
manivela de la ventanilla de la furgoneta de sus padres está rota cuando ha
sido ella y sus manitas, sus manitas y ella la responsable.
Esta tarde de invierno, sola en casa y sin ganas de salir, cayendo los
primeros copos de nieve, prepara unos troncos para la chimenea; los enciende y
enseguida las llamaradas comienzan a calentar el ambiente. Sofá, película,
chocolate con churros... todo preparado. Antes de sentarse comprueba que los
reguladores del tiro están totalmente cerrados y decide abrirlos un poco para
que funcione correctamente. Cuando lo hace, le sorprende una repentina explosión que origina la salida de gran cantidad de cenizas junto con un tronco medio carbonizado, una
inmensa nube de humo que le deja la cara negra, un árbol que ancla sus raíces
junto a la mesa del salón, una montaña de tierra que engulle la zona del
televisor y hasta un troll enfadado que igual que ella no entiende qué ha
podido ocurrir.
1 comentarios:
Nos revela que Sonia es caribeña o de tierra caliente. Por lo de la mosca navideña.
Acá en California no se presentan ni a la cena en invierno.
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