La risa un poco ronca y una barba que siempre pincha; el pelo alborotado y los ojos rojos y legañosos, agente. Cuando me fui de casa esta mañana lo vi tumbado sobre la cama entre la ropa apelotonada. De regreso, los calcetines esparcidos por el suelo seguían ahí; él, ya no. Tiene casi treinta. Respira, se alimenta, duerme y navega por Internet, sobre todo navega. Ni estudia ni trabaja. Agente, tengo miedo de que no lo encuentren o peor de que me devuelvan uno que no es.
12 comentarios:
Jajaja.
Casi mejor que no se lo devuelvan. Un mueble y no de IKEA.
Un saludo indio
PD: En mi modesta opinión, yo quitaría la última frase, la que va entre admiración.
Xesc, modesta opinión no, es una muy válida. Tanto que en este caso la he seguido. He eliminado esa última frase. Creo que no aportaba nada. Graciassss
Es igual si le devuelven uno que no es, hay tantos parecidos, que ni lo va a notar.
jaajaja
Un abrazos, Indio.
Aunque divertido, yo le veo cierta denuncia social. Son legión, claro, pero por las circunstancias que hay. El mobiliario suele concordar con el presupuesto...
Abrazos
De qué me suena ese chico...tanto como esas palmeras tan de mi ciudad.
Avisaré a la policía, por si ven a ese mueble, que está España llena.
David, hay muchos muebles por desgracia, por culpa del sistema que nos han implantado.
Simpático esta declaración de búsqueda de una familiar que prefiere lo malo conocido a lo horrible por conocer.
Un abrazo.
Describes bien la sensación de unos padres acostumbrados, como si fuera cualquier mueble de la casa, a la presencia de ese hijo en su habitación sin mucho más que hacer. Saludos
¿Sólo 30? Seguro que vuelve.
Muy divertido, aunque no sé este mueble me suena mucho, mucho.
Besitos
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Si quiere venir acompañado, mejor que mejor.
Gran retrato de uno más de los que se salieron hacia el virtual; adonde comunicas con los demás, pero no tienes porqué soportarlos.
Muy representativo de nuestra sociedad. gloría arcos
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