A través del cristal le fueron mostrando, de cinco en cinco, los posibles candidatos.
- ¡Ese es inspector!
- ¿Cuál?
- ¡El de más a la izquierda!
- ¿El de barba de tres días?
- ¡Sí! Huelo incluso el sudor que libera cuando está nervioso y el maldito tic en su ojo derecho…
Por favor ruego discreción y confidencialidad, no le digan que he sido yo quien les ha contado cómo nos trata, el hambre que nos hace pasar, el destierro a la soledad del desierto, las peleas y situaciones límite a las que nos enfrenta. Sólo tiene ojitos para sus protagonistas.
Y tembloroso este personaje secundario abrió la tapa de lo que parecía un manuscrito y se introdujo en una de las páginas para confundirse entre sus letras.
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Con este microrrelato participé ayer día 23 de junio en el III Vendaval de microrrelatos, en esta ocasión organizado por Pablo Garcinuño, Anita Dinamita, Fernando Vicente y Acuática. Enhorabuena por su trabajo.
En esencia un vendaval es un acontecimiento internacional en el que el microrrelato es el protagonista. Durante dos horas, en la fecha elegida, un blog creado a propósito se transforma en un vórtice virtual que se alimenta de "soplos": pequeñas historias enviadas en ese plazo. Una vez finalizado, el torbellino se disipa y queda flotando en la blogosfera, hasta la siguiente convocatoria.
Para saber más y leer el resto de los microrrelatos enviados clic aquí.
Para leer la entrada, mi "soplo" en su sitio original y comprobar qué se dijo de él, clic aquí.
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6 comentarios:
Buena aportación, muy literaria :-)
Un texto realmente ad hoc!
Lo del vendaval cada vez se hace más grande.
Saludos
Buena rueda de reconocimiento con escritor culpable.
Abrazos varios.
David, los personajes secundarios nos ayudan en muchas ocasiones, pero también es lógico que en ocasiones revindiquen un protagonismo mayor. Cuidado con ellos.
Buen soplo.
Un abrazo.
En toda historia siempre suele haber un perjudicado. Pobres. Dura vida esta. Saludos
Ja ja ja, por eso es un secundario, por no tener valor para dar la cara, je je.
Saludos gran jefe.
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