Acabo de leer El hombre que cabía en la palma de su mano, el libro de
hiperbreves publicado recientemente por Francesc Barberá, un genio en esta
dimensión (aunque no sólo, como demuestran también algunos de los buenísimos
microrrelatos que atesora).
Mano dura
Hablaba por los
codos. Tuvimos que amputarle los brazos para que se callara.
Epílogo
El asesino
dobló la esquina de la página y esperó, agazapado, en el interior del libro.
Notas necrológicas
Dolores,
Rebeca, Miguel, Fabio, Soledad, Laura, Sixto, Domingo. Repasa las esquelas
satisfecho, el asesino del pentagrama.
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Llamaba por lo del anuncio que publicaréis
mañana.
Insumisión
Decidió no
explotar: era una bomba inteligente.
Aprovecho esta entrada también
para compartir una selección de mis Tomahakws, como yo llamo a estos
hiperbreves, textos de reducida dimensión, que seguro se encuentran a la sombra
de los de Francesc pero que espero puedan entretener a los lectores.
Para descargar Tomahakws, clic
aquí.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin