jueves, 30 de diciembre de 2021
sábado, 30 de octubre de 2021
Esclarecedor
La niebla oculta la fachada de la casa familiar. Mis manos tiemblan de frío y apenas pueden acertar con la cerradura de la puerta. En el interior, el silencio retumba por las paredes. No hay nadie en el salón, ni en la cocina. Al llegar a las escaleras que conducen a la planta superior escucho un murmullo que se intensifica con el avance de cada peldaño. Allí un remolino de viento golpea la ventana abierta de mi habitación de la que sale un rastro de sangre que desemboca en el dormitorio de mis padres y también comunica con el de mi hermana.
- "¿Dónde estáis? Quiero jugar"
De repente mi cuerpo se ve invadido por escalofríos incontrolables.
En el espejo del pasillo veo mi cara pálida, deformada, de otro mundo, con las cuencas de mis ojos vacías. Y grito. Y corro. Salgo despavorido. Deshago el camino inconscientemente hasta que llego al cementerio del pueblo donde, exhausto, paro junto a unos ataúdes. El nombre de mis padres y el de mi hermana están ahí grabados. Y el mío, también, con fecha de cuatro días más tarde.
lunes, 27 de septiembre de 2021
De mis lecturas: de 4 en 4
lunes, 12 de abril de 2021
Todo un profesional
Quizá sea debido a los avances en biomedicina o quizá porque en el más allá no se admite ningún ingreso más, pero el caso es que ya no se muere nadie. Desde hace mucho. Y esta vida sin muertes nos tiene desorientados.
Los comerciales de las funerarias no tienen demanda alguna y se han visto obligados a reinventarse y buscar otros negocios. Las plañideras, sin nadie a quien llorar, deambulan por las plazas de los pueblos y ciudades, ahora intentando hacer reír, sin mucho éxito. Los suicidas han desaparecido y solo de vez en cuando se ve algún nostálgico subido a un puente, con la soga al cuello o con las cuchillas afiladas acariciándose las venas del brazo.
Hace tanto del último fallecimiento que la gente se ha olvidado de cómo celebrar un funeral como dios manda.
Por eso he empezado a ofrecerme para figurar de cadáver. En la ficha que hago rellenar previamente, permito escoger incluso la forma de mi muerte: accidente de tráfico, enfermedad terminal, ahogamiento en el mar. He de decir que cada vez consigo quedarme más quieto y más rato. Aunque lo que más me está costando es no estornudar en medio del sepelio cuando me colocan las flores cerca. Soy alérgico.
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Microrrelato que participa en la convocatoria de ENTC, clic aquí, la confusión...
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
sábado, 20 de marzo de 2021
De mis lecturas: de 4 en 4
-Primavera extremeña (Julio Llamazares)
-El Bandido Cucaracha y Puchaman de Lobarre (Rafael Andolz)
-El fugitivo (Ramón J. Sender)
-De dolor carmesí (Miguelángel Flores)
lunes, 1 de marzo de 2021
Pánico en REC
Habría sido insufrible ver a ese pedazo de cachas haciéndole el boca a boca. Fueron segundos interminables. Recostado en la orilla, con las olas rompiendo sobre su cuerpecito, permanecía inmóvil. Y yo, corriendo sobre la arena, sorteando sombrillas y curiosos, trataba de llegar junto a él. Justo cuando parecía no haber vuelta atrás y ya me ponía en lo peor, sobre el pecho del socorrista, lanzó una bocanada de agua salada. Y comenzó a ladrar. Habría sido imperdonable semejante distracción.
domingo, 7 de febrero de 2021
TELES para Esta Noche Te Cuento
Teles, así es como decidieron llamarla los del pueblo, por su gran belleza y perfección, poco a poco ha conseguido adaptarse a las costumbres de las gentes de tierra.
Por las mañanas se levanta, se asea, desayuna y se dirige al trabajo que le han buscado para ella.
Tiene un comportamiento muy normal, a pesar de sus diferencias y limitaciones, a pesar de ser de fuera y de profundos mares y de sentirse siempre observada. Es incluso muy sociable.
Pero los días de lluvia todo cambia. La humedad la atrapa y se aferra al cristal de la ventana de su habitación, donde las gotas de lluvia deslizan recuerdos de mundos lejanos, recuerdos de su otra vida dejada atrás. Y allí permanece mesándose su larga melena pelirroja, horas y horas, con el inseparable peine que lleva colgado en el cuello y que no permite nunca tocar a nadie.
En el pueblo saben que deben aceptarle estas ausencias. Saben que se enamoró de uno de los marineros que frecuenta estos puertos, que el amor lo puede todo y por eso llegó. Y saben también que deben dejar que libere sus cantos de sirena en los días de lluvia.
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Después de mucho tiempo participo con este microrrelato en la convocatoria de Esta Noche Te Cuento sobre "la nostalgia y la tristeza". Clic aquí para leer otros textos participantes.
jueves, 28 de enero de 2021
De mis lecturas: de 4 en 4
1-Un tributo a la tierra, Joe Sacco
2-Nerín, Memorias compartidas
3-Planifica tus pedaladas, Chema Árguedas
4-Historia de una escalera, Antonio Buero Vallejo
sábado, 9 de enero de 2021
Entre "h" y "h"
Hipólito, profesor de lengua de mi hijo, les enseña palabras con métodos heterodoxos. Hoy, en sus hombros, transporta un pequeño huerto que apoya en la mesa. Les va llamando para que se aproximen. Al primero, del susto, el hipo se le quita. A Hugo le extrae unas habas color horchata junto a una docena de huevos cuadrados. Al siguiente un hipopótamo con un helado en el hocico. Continúan un halcón con una hucha asida entre sus alas y una hilera de hormigas exhalando humo por la boca. La directora duda si entrar: no quiere ser el hazmerreír de la clase.
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Microrrelato que participó en el VIII Concurso "Realidad ilusoria", organizado por Miguel Ángel Page.
Enhorabuena a ganadora y finalistas.
Podéis leer el fallo haciendo clic aquí.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
microSeñales de Humo por David Moreno se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.