Trabajos manuales

Siguiendo la idea y el gran trabajo que no hace mucho desarrolló  Víctor Lorenzo Cinca (en colaboración con Nanoediciones entre otros) y sus Llamara(u)das, me he atrevido a confeccionar mi cajetilla junto con unos nanolibrillos que contienen unos cuantos de mis hiperbreves.

Para el que quiera descargarlos:

nanolibrillo microSeñales de humo I y II, clic aquí.

cajetilla, clic aquí.

Para darle un toque personal además he elaborado unos tipis en cuya base hay impreso uno de estos hiperbreves.

Tipi 1, clic aquí.

Tipi 2, clic aquí.

Tipi 3, clic aquí. 

Si algún osado lector se atreve a montar la cajetilla, los nanolibrillos y/o algún tipi estaría muy contento de ver alguna foto de cómo le ha quedado. 

Gracias de antemano.

Un saludo indio

Mitakuye oyasin

Puntos de inflexión en ENTC

Puntos de inflexión es mi participación mensual para el 2º certamen de relato corto... para mesilla de noche, en Esta noche te cuento. 

El tema este mes de octubre es: Tres estrellas.

Para leer Puntos de inflexión, clic aquí.

Experimento

Imagen tomada de Internet.

DE CORAZÓN Y CIENTÍFICAMENTE os diré de antemano que la probabilidad de éxito es baja. Aunque por intentarlo que no quede.

Repasemos juntos: un matraz, un cuentagotas, dos tubos de ensayo, tres buretas, un hornillo, un mechero. Harina, canela en rama, tres culebras. No faltan los dos sacos de sal ni los cinco mechones de cabello.

Perfecto el calculo del peso necesario en agua: cuarenta kilos.

Mmmm qué más, qué más. Una brújula orientada al norte, el cronómetro marcando una hora para su marcha atrás.

Todo listo.

Salgamos de la sala y regresemos luego a comprobar el resultado.

¿La mujer perfecta habla?

En otras palabras

DE CORAZÓN Y CIENTÍFICAMENTE te digo que no se pueden mezclar las churras con las merinas ni las peras con las manzanas. Pero tu erre que erre, sota, caballo y rey. Y por más que intento convencerte de que al pan, pan y al vino, vino sigues empeñada en conseguir la cuadratura del círculo. No puedo más. Un día moví Roma con Santiago y se armó la de San Quintín. Qué lío. Ahora mismo con un seis y un cuatro dibujaré la cara de nuestro retrato. Tú, sin mí. ¿No lo ves? Más claro agua. Blanco y en botella. Arrivederci.

Dudas

Imagen tomada de internet.

CON ESA EXACTITUD TAN CARACTERÍSTICA DE LA CIENCIA mi padre se fuma un cigarrillo cada dos minutos y medio recorriendo toda la casa en continuas idas y venidas. La mirada difusa, el semblante petrificado. Y en la cocina, nosotros esperando. El llanto hambriento de mi hermanito rompe el silencio. Limpio el vaho de la ventana y nada. Tan sólo una columna humeante en el jardín asciende y se pierde en la noche. Es muy tarde ya. ¿Dónde se esconden los grillos? ¿Qué harán los zapatos de mi madre olvidados junto a un pico y una pala? 

"De regreso" en la antología de La Microbiblioteca

El pasado viernes 28 de septiembre a las 19 horas en la Sala Salvador Allende de la Biblioteca Esteve Paluzie de Barberà del Vallès se celebró el acto institucional de entrega de premios y presentación del libro recopilatorio de los finalistas y ganadores del I Microconcurso de La Microbiblioteca.

Entre los seleccionados se encuentra "De regreso", uno de los microrrelatos que envié y que tuvo la suerte de ser finalista en el mes de noviembre.

Dicha antología está disponible tanto en papel como online.

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Es un lujo compartir páginas con nombres tan conocidos para mi como la propia ganadora en castellano Mar Horno, Gabriel Bevilaqua, Víctor Lorenzo Cinca, Esteban Dublín, Marina de la Fuente, Rosana Alonso, Miguel Torija, Miguel Ángel Flores, Agustín Martínez Valderrama, Odys, Lola Sanabria, Ivan Teruel... a todos les doy la ENHORABUENA.


DE REGRESO
Por fin las nubes están quietas sobre nuestras cabezas y esta vez no parece que sean un espejismo. A través del cristal de la ventana compruebo cómo se esconden los pajarillos en sus raquíticos nidos y las ardillas en sus sedientas madrigueras.
Una rendija abierta me permite oler la humedad que tanto tiempo atrás imploramos sin respuesta.
         -Parecía una batalla perdida -susurro mirándote en el retrato del salón.
Sin perder más tiempo busco excitado el paraguas que no sé si guardo y salgo, yo sí me atrevo, al camino a recibirte.
         -Pareces cansado. Como la lluvia, hijo mío, casi no te reconozco.