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lunes, 12 de enero de 2015

DE LO QUE QUISE SIN QUERER Reseña o algo así.

DE LO QUE QUISE SIN QUERER.
Miguelángel Flores, escritor nacido en Córdoba en 1967 y residente en Sabadell desde un año después, con unos cuantos premios y distinciones en su haber y presente en no pocas antologías del género.
Editorial Talentura
Noviembre 2014



Uno de los méritos de Miguelángel en DE LO QUE QUISE SIN QUERER,  es que ha sabido plasmar un estilo propio en cada texto; se sabe, se reconoce una manera de escribir tan personal que la hace genuina. Y aunque no siempre sucede, este libro creo que es una extensión de la manera de ser de su autor: humilde, sentimental, sensible, cariñoso, nostálgico…

DE LO QUE QUISE SIN QUERER consta de 114 microrrelatos divididos en tres partes, con unos criterios claros, cada una con su temática propia (en el caso de otros libros de microrrelatos la separación en partes me parece más forzada, tanto, que prefiero que no la haya).

En la primera, COSAS DE AMAR,  los microrrelatos tratan de amor y desamor. Esta parte destaca por una narrativa poética, sus letras fluyen rozando la poesía. Títulos como “Ajustando cuentas”, “Alud”, “Cortejo”, “De luz”, “El extraño”, “Flores”, “La explicación”, “Uanhouu” se hacen imprescindibles.

En la segunda, COSAS DE MORIR, la muerte de una manera u otra tiene su protagonismo. Miguelángel aquí nos hace reflexionar sobre la muerte y sus circunstancias, no de manera sangrienta, sino elegante. En alguno de los microrrelatos deja ver además su lado más malote.
Imprescindibles: “A punto de vivir”, “Indigestión”, “La presa”, “Rosarito Corrales”, “Sembrado”, “Sonrisa de lápiz”…

En la tercera, OTRAS COSAS SIN QUERER  recopila otras situaciones cotidianas de la vida, sin perder de vista su estilo propio.
A tener en cuenta: “Adivinanza”, “Beso ajeno”, “Culpables”, “Demasiado tiempo”, “La carta”, “Malos tiempos”, “Piso compartido”, “Por el desagüe”, “Sobre vuelos”…

Como punto crítico personal, muy personal, un microrrelato pierde fuerza, en general, cuando ocupa más de una página porque el lector al pasar página se distrae y pierde ese efecto que da el saber de antemano que la historia empieza y acaba en el espacio que tiene delante a simple vista. Y en DE LO QUE QUISE SIN QUERER hay unos cuantos textos con dos páginas, algunos con tres.

Como positivo encuentro el equilibrio existente entre microrrelatos con final sorpresa, los que juegan con el efecto guillotina, y otros que tratan de envolver al lector sin más artificios que la historia donde nos ubica Miguelángel de manera magistral. (Un libro de microrrelatos que carezca de la técnica del final sorpresa dejaría de lado una técnica inherente al género, igual que la elipsis, la economía del lenguaje, la tensión narrativa, la metaliteratura…).

En DE LO QUE QUISE SIN QUERER Miguelángel afronta en definitiva inquietudes personales, quizá parte de sus vivencias, la búsqueda y definición de la sexualidad, el amor, el desamor, el rol de un padre que no está, que abandona, la de una madre que espera, llorosa, sufridora…

Es un libro que conmueve, que llega, que te hace sentir.
RECOMENDABLE 100%

Os dejo 2 muestras: 

LA EXPLICACIÓN
Con esa exactitud tan característica de la ciencia, lo que no flota, se hunde sin remedio; lo que no vuela, cae al suelo. La energía, pura o no, nunca se destruye, pero sí se transforma. Y mucho. Y se convierte en otra cosa. Y aunque la recta tiene una dirección, no olvidemos que también posee dos sentidos. De ida, y de vuelta. Todo lo que sube, baja; lo que entra, sale. Y lo infinito solo está en el cielo. Solo. Por inercia, todo se mueve o reposa. Y la inercia, créeme, es lo peor. Vamos, para que me entiendas, que he dejado de quererte. De corazón y científicamente.

INDIGESTIÓN
Como no quería cargar con ella, con el mismo cuchillo que había usado para apuñalarla, se rebanó la conciencia en ese instante, como si fuera mortadela. Esa fina loncha de moral la metió entre dos remordimientos, haciéndose un bocadillo infame que fue masticando lentamente, mientras iba lanzando los restos de su mujer por un acantilado que él creyó del olvido. Ignoraba que, una vez digerido, el emparedado de cordura, iría a parar al mismo mar; y que los deshechos y miserias los regurgitan las olas delatoras y acaban chocando, una y otra vez, como una letanía, contra la costa y las almohadas.



1 comentarios:

Miguelángel Flores dijo...

PEDAZO reseña, Indio!!! Muchas, muchas gracias, David. Qué completa. Esta tarde la comparto a los cuatro vientos.
Eso sí, me temo que la mía, o lo que sea que me salga, no estará a la altura. Ya lo veo. Y no porque no me esfuerce, no, Pero no estará. Muchas gracias de nuevo, compañero, por tu tiempo y tu dedicación.
Un abrazo. O dos. O los que encarten.

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microSeñales de Humo por David Moreno se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.