Cuando Lucas lo vio de rodillas sosteniendo un
cartel de cartón entre sus gruesas y agrietadas manos, enseguida supo que era
él, y sus recuerdos le transportaron en volandas a tiempos pretéritos, de
recreos y juegos infantiles, de balones y caramelos, de pupitres y pizarras, de
profes y amigos de clase. Pero también de mayores y pequeños, de revoltosos y
malos estudiantes, de repetidores y grandullones que quitan el almuerzo y ponen
zancadillas, de mofas y lloros por su culpa. Por eso, a pesar del frío viento
que recorría la avenida, mantuvo su mirada en lontananza y continuó hacia
delante, devolviendo de nuevo la moneda al bolsillo de su pantalón.
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Ayer se publicó el fallo del
II Concurso de microrrelatos Realidad Ilusoria que organiza Miguel Ángel Page,
clic aquí.
Miguel Ángel Page
El ganador resultó ser Francesc
Barberá, un maestro en la distancia más corta, la de los hiperbreves y que
ahora le ha dado también por ganar con textos algo más extensos, merecidamente eso sí,
por lo que le mando mi enhorabuena. Tras él hubo dos finalistas y 7 menciones, entre los que figuran nombres bien conocidos del género y una de las cuales recayó en mi participación.
4 comentarios:
David, a veces la justicia es muy cruel o muy redentora según las circunstancias. En este caso prefiero no opinar, aunque del microrrelato sí diré que está muy bien escrito y que como mínimo ha sido justo que fuese mencionado en el concurso.
Todo un honor compartir reconocimiento contigo.
Buen año y un abrazo fuerte.
Enhorabuena David. El texto lo merece.
Relatas casos posibles. El acoso escolar, como todos los acosos, deja huellas.
Enhorabuena por esa mención, yo me quedé en el camino.
Justa mención . El micro es muy bueno. Felicidades.
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