Imagen tomada de la Red
Arrastraron
al sheriff hasta el centro del poblado, lo ataron con cuerdas al tótem y
encendieron una hoguera. A continuación formaron un círculo alrededor del prisionero
y empezaron con los cánticos y las danzas rituales previas al sacrificio. A
pesar de no tener salida, el viejo vaquero reía sin parar, como un espectador
que contempla cómodamente desde su butaca su comedia teatral preferida. Hasta
que vio a uno de los sioux, un tipo de mediana edad con el que apenas se había
cruzado, acercándose hacia él con un enorme cuchillo en la mano. Entonces su
mirada se inundó de miedo, y un grito se ahogó en su garganta al sentir las
primeras gotas de sangre resbalando por su rostro, cada vez más pálido. Aquello
no debía terminar así. No era ese el plan.
Mientras sus enfurecidos empleados indios le cortaban la cabellera, el director general no paraba de gritar que la dinámica de grupo había terminado.
Mientras sus enfurecidos empleados indios le cortaban la cabellera, el director general no paraba de gritar que la dinámica de grupo había terminado.
2 comentarios:
Gracias Tíndaro por participar. Suerte.
Twitter: @MicroRadon (https://twitter.com/microradon)
Si alguien quiere hacer un dibujo, ilustración de este microrrelato será bienvenida, si consigo que haya una para cada uno los podría añadir en el archivo pdf preparado con todos los micros presentados.
Un saludo Indio
Mitakuye oyasin
Hola Tindaro. Muy ocurrente tu micro justiciero...Suerte.
Publicar un comentario
Si tienes algo que decir, algo que opinar, algo que aportar, si te ha gustado, si te ha parecido aburrido, si tienes alguna queja, en definitiva si te ha sugerido algo, sólo tienes que comentar.
Si lo haces te doy las gracias, si prefieres callártelo, también te las doy.