Imagen tomada de la Red
Desde que su brazo diestro descansa al lado de
las cenizas de sus antepasados, Búho Sigiloso ha sido apartado del grupo de los
guerreros. Las mujeres le miran con recelo y está harto de soportar el
desprecio de los viejos y las burlas de los niños. Cansado de las miradas de
compasión de sus padres y del aire de superioridad de su hermano, busca refugio
en el viejo hechicero. A pesar de los golpes que recibe se pega a él como un
perro hambriento y le sirve como un lacayo. A cambio observa cada uno de sus movimientos,
aprende sus métodos y memoriza sus brebajes. Cuando el chamán descansa en su
tipi o se re retira a yacer con alguna de sus concubinas, Búho Sigiloso se
atavía con sus antiguas armas, se pone pinturas de guerra y, a pesar de tenerlo
prohibido, se adorna con el tocado de las dos plumas de águila ganadas con
honor. Así engalanado se sienta frente al tótem de la tribu y observa durante
horas sus grabados. A través de su miembro perdido se siente en contacto con
los espíritus que le revelan secretos a los que solo él puede acceder. Ahora ha
pedido a su maestro que le deje cerrar los ojos a los muertos, para eso basta
con tener una mano, y en sus cuencas es capaz de leer el futuro más próximo y
que pronto, también él, podrá disfrutar de sus concubinas.
1 comentarios:
Gracias Juancho por participar. Suerte.
Blog: La levita del lagarto
http://lalevitadellagarto.blogspot.com.es/
Si alguien quiere hacer un dibujo, ilustración de este microrrelato será bienvenida, si consigo que haya una para cada uno los podría añadir en el archivo pdf preparado con todos los micros presentados.
Un saludo Indio
Mitakuye oyasin
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